Las hemorroides o almorranas son la consecuencia del agrandamiento, la congestión y desplazamiento del tejido hemorroidal, un tejido que se encuentra de forma normal en esta zona de la anatomía humana. Las hemorroides provocan una serie de síntomas típicos, como son el sangrado al inicio o al final de la deposición, la aparición de bultos, el picor, el escozor e incluso dolor si se asocian a otros procesos (fisura, abceso, trombosis). De forma resumida, las hemorroides pueden ser internas, a las que trataremos con medidas conservadoras(sin cirugía), y externas, que sí precisan de intervención quirúrgica.

Clínicamente clasificamos las hemorroides en externas cuando dependen del plexo hemorroidal inferior caracterizadas por la aparición de un nódulo en los márgenes del ano y en internas cuando dependen del plexo o conjunto de venas superior. Estas últimas pueden ser de primer grado cuando se encuentran en el interior del ano, de segundo grado cuando aparecen con la deposición pero se reducen espontáneamente al final de la misma, de tercer grado cuando hay que utilizar los dedos para reducirlas y de cuarto grado cuando no se pueden reducir. La indicación del tratamiento depende del grado en que las encontremos; para las de primer y segundo grado yo he optado por el tratamiento esclerosante con POLIDOCANOL, tratamiento muy efectivo y cómodo para el paciente que consiste en la inyección justo por encima de cada grupo hemorroidal, en una zona no dolorosa, de la sustancia esclerosante repitiendo la sesión a la semana hasta completar entre 4 y 6 sesiones.

Para los demás grados la indicación es claramente quirúrgica .Para realizar el tratamiento le realizaremos el estudio preoperatorio (electrocardiograma y analítica) en el mismo momento, se le aplicara anestesia local y se extirparan los nódulos hemorroidales con técnica combinada de diatermia (bisturí eléctrico ) y laser, pasando posteriormente a su domicilio.